Las gargantas del Ardèche

Bien conocidas en Francia y otros lugares de Europa, pero no tanto por nuestros lares, las gargantas que forma el río Ardèche poco antes de desembocar en el Ródano constituyen un auténtico espectáculo paisajístico y un escenario idóneo para quienes aman todo lo relacionado con piraguas y canoas. Familias en busca de diversión vacacional, deportistas y caminantes pueden encontrar aquí su paraíso.

Y que nadie se desespere, junto con los anteriores, los amantes de la escalada, la espeleología o incluso la gastronomía también obtendrán grandes satisfacciones. Más de un millón de personas visitan el lugar cada año; parece pues que hay soluciones garantizadas en todos los casos. A cada cual, lo suyo.






Nombre: Gorges de l'Ardèche
Departamento: Ardèche
Región: Ródano-Alpes
Localización: 44.363624 N, 4.443283 E
Distancia a la frontera (La Jonquera): 324 km.
Contacto: Oficina de Turismo de Saint Martin (00 +33 4 75 98 70 91)
Mejor no perderse:
- un descenso en canoa por el río Ardèche, pasando bajo el Pont de l'Arc
- los pequeños pueblos medievales que jalonan la región
Ruta asociada: Parques naturales del Ardèche
En las proximidades: El Aven d'Orgnac, una de las grutas más espectaculares de Francia.
Especialidades regionales: El 'nougat' de Montelimar, especie de turrón, más dulce y blandito, pero aceptable. La charcutería del Ardèche.
Soles Out of France:

Y si os parecen muchos visitantes, no hay que preocuparse. La oferta de alojamiento, particularmente en campings, casas rurales y establecimientos similares, es abundantísima. Todo está pensado para unas vacaciones al aire libre. Los pueblos de la comarca, todos con escasa población durante el invierno, proporcionan en verano toda clase de establecimientos de restauración, de bebidas, souvenirs, actividades deportivas, etc., etc. Incluso la oferta cultural es notable, con exposiciones, talleres artesanos, conciertos de pequeñas agrupaciones... En fin, lo que son unas vacaciones fuera de las grandes aglomeraciones urbanas o playeras.

Recomendamos particularmente poblaciones como Labaume, que no han perdido su encanto tradicional pese a la masiva presencia de turistas. Y, separándose un poco del río, os hallaréis en medio de la Francia más rural y mejor conectada con su pasado histórico. No cuesta tanto dejar atrás, si se desea, a las multitudes veraniegas.